domingo, 21 de junio de 2009

La Tentación de Jesús

1 Luego, el Espíritu llevó a Jesús al desierto para que el diablo lo sometiera a tentación.
2 Después de ayunar cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.
3 El tentador se le acercó y le propuso: “Si eres el Hijo de Dios, ordena a estas piedras que se conviertan en pan.”
4 Jesús le respondió: Escrito está: “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.”
5 Luego el diablo lo llevó a la ciudad santa, sobre la parte más alta del templo, y le dijo:
6 “Si eres el Hijo de Dios, tírate abajo. Porque escrito está:
“Ordenará que sus ángeles te sostengan en sus manos,
para que no tropieces con piedra alguna.”
7 También está escrito: "No pongas a prueba al Señor tu Dios", le contestó Jesús.
8 De nuevo lo tentó el diablo, llevándolo a una montaña muy alta y le mostró todos los reinos del mundo y su esplendor.
9 "Todo esto te daré si te postras y me adoras", añadió el diablo.
10 “¡Vete, Satanás!, le dijo Jesús, porque escrito está:
“Adora al Señor tu Dios y sírvele solamente a Él.”
11 Entonces el diablo lo dejó y unos ángeles acudieron a
servirle.

jueves, 18 de junio de 2009

Satanás Príncipe Caído, Ezequiel 28: 12-17

Satanás, Príncipe Caído, Rey de las Tinieblas:

"Eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría y acabado de belleza.
Habitabas en el Edén, en el Huerto de Dios estuviste.
De toda piedra preciosa era tu vestidura: Rubí, topacio, diamante, crisólito, ónice, berilo, zafiro, carbunclo, esmeralda y oro te cubrían.
Llenaste tus tesoros y tus almacenes.
El día en que fuiste creado te pusieron junto al querube colocado en el Monte de Dios y andabas en medio de los Hijos de Dios.
Fuiste perfecto en tus caminos desde que fuiste creado hasta el día en que fué hallada en tí la maldad.
Por la muchedumbre de tus contrataciones se llenaron tus estancias de violencia; y pecaste y te arrojé del Monte Santo y te eché de entre los Hijos de Dios, el querube protector te hizo perecer.
Se ensoberbeció tu corazón por tu hermosura y se corrompió tu sabiduría."

Príncipe Caído Satanás, Isaías 14: 12-15

Satanás, Príncipe Caído, Rey de las Tinieblas:

"¿Cómo caíste del cielo, lucero brillante, hijo de la aurora?
¿Echado por tierra el dominador de las naciones?
Tú, que decías en tu corazón:
Subiré a los cielos; en lo alto, sobre las estrellas de Dios, elevaré mi trono; me instalaré en el Monte Santo, a los lados del Norte,
Subiré sobre las cumbres de las nubes y seré igual al Altísimo.
Pues bien, al sepulcro has caído, a las profundidades del abismo."